|  Por: Rosario OrellanaEn: DestacadosNarrativaReportajes

Parte del trabajo de investigación para definir el rumbo para «AntiguaGuatemala.TV» y encontrar inspiración consistió en averiguar que han hecho otros guatemaltecos. Cine de Calle nos regala esa chispa, esa forma de vernos y compartir. A continuación compartimos un artículo de 2013.

Cine de calle: un espejo de la vida real

“Los más beneficiados con el arte, no deben ser los artistas sino las personas que inspiran para hacer la obra” Anthony Orwen

Rosario Orellana.

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Lo más sensato que he escuchado en mi vida –corta, por cierto- es que algún artista me diga que realmente sus proyectos van más allá de lo que las personas piensan y no por alabar un tino de buenas ideas sino porque los mortales están acostumbrados a limitar al artista en algún cuadro, obra de teatro o cine.

Existe una infinidad de métodos por los cuales se pueden expresar el arte y ¿por qué no acompañada de una dosis necesaria –hasta el cielo- de cultura? En Guatemala poco hace falta para que creamos que no existe nada nuestro en las calles pero se ha olvidado la historia que nos ha arrastrado hasta donde estamos, sea bueno o malo.

Tomate un tiempo y pensá: ¿cómo podrías mostrarle a la gente cuál es la cultura de Guatemala? ¿cómo poder mostrarle a los demás que seguimos teniendo gente buena? Creo que el reto no está en pensar cómo proyectarlo sino si realmente lo creemos.

Cine de calle

Sentadas compartiendo un sillón pequeño, en una oficina con la vista impresionante dentro de la zona 10 capitalina con el sonido de los carros que transitaban por el sector y un par de personas que se reían en las oficinas aledañas, estábamos hace algunos días con Adela Fernández, una mujer que no solamente proyecta sus sueños por medio del trabajo sino en sus ojos cada vez que habla de sus proyectos y su servidora, esperando –sin saberlo- que alguien me devolviese la esperanza de encontrar gente que se apasione por Guatemala, que no busque el lado malo sino el lado que ya muchos creen fantasía.

Con treinta y pico de años de experiencia –según lo que ella misma dijo entre risas, asegurando que si decía el tiempo le darían un homenaje en lugar de un galardón- trabajando en medios de comunicación, Adela siempre tuvo un vacío en el corazón que le pedía hacer algo más allá de lo que su trabajo se lo permitía.

“Siempre trabajé en producción de anuncios y casting y aunque sigamos con la agencia AF Producciones todavía vigente y dándole la cara a la publicidad de Guatemala y yo siempre digo que lo que se te ocurre son soplos divinos, me sopló Dios un día que todo lo que yo hacía en la pre producción que era lo que más me fascinaba había que sistematizarlo en otro proyecto” compartió Adela mientras observaba el suelo que tenía enfrente y mimetizaba con las manos.

Su compañera de fórmula, una acompañante comprometida y un joven editor discutían al fondo sobre algunas imágenes que se utilizarán en el siguiente material. Con la mayor disposición a pasar una noche completa de trabajo, Adela hablaba con soltura sobre su trabajo y en cada suspiro mostraba la satisfacción que éste ha traído no solamente en su vida profesional sino además, la personal.

“Me sopló Dios una madrugada, que es la hora a la que normalmente escribo –acentuó- y me dijo ¿por qué no haces un cine de calle? Entonces recordé de cuando era pequeñita que el cine en las fincas en donde daban El Santo contra las Momias de Guanajuato y siempre la shutencia fue algo que me caracterizó, me iba y me quedaba viendo cómo la gente cómo admiraba los cines al aire libre” comenta con una sonrisa esbozada en el rostro que impera en ella.

Pero todo camino debe ser iniciado con un primer paso. La idea de Adela era iniciar un cine en la calle; comenzó un proyecto con fondos de los Países Bajos que apoyaron a hacer el plan piloto, “tenía que encontrar a una persona que compartiera este sueño y lo hiciera también efectivo y escogí a María José Aceña que es una patoja mucho más joven que yo con un nombre y que compartiese los valores de Cine de Calle, que son muy limpios, honestos” aseguró.

“Aquí no hay egos, hay legos”

Mientras continuaba la charla la mujer con voz imponente y segura, se escuchaba al fondo cómo el mundo seguía su ritmo habitual. Un ambiente lleno de compromiso, una labor que sin importar qué tanto esfuerzo requiera, busca que su recompensa sea mayor.

Adela y María José se consideran sujeto y predicado, la combinación perfecta para hacer un trabajo inigualable. “Cine de Calle es contar la vida de los pueblos de Guatemala, a través de la voz de su gente. Somos facilitadores, yo soy comunicadora social y mi compañera es mercadologa entonces facilitamos para que la gente  cuente de una forma divertídísima anécdotas, historias, nos hablan profundo del amor por Guatemala” continuó Adela.

El trabajo en equipo le ha representado un éxito especial al grupo. Una idea que comenzó con los barrios de Guatemala y que se ha extendido a lugares como Antigua y Quetzaltenango ha mostrado que vale más el interés porque el chapín conozca la esencia del mismo chapín puede ser mayor que la necesidad de profundizar en culturas ajenas a nuestras raíces.

Rincones de Guatemala que han visto al país como un bebé en pleno crecimiento se convierten en escenarios de la obra llamada vida. Se transforman en cúpulas de sabios que muestran al mundo la verdadera cultura de Guatemala en donde todavía hay tradiciones, hay sistemas dignos, gente buena, amor a la patria que no se salva del descarrile que vemos todos los días pero cada vez se acerca más a la luz.

“Trabajamos con marcas que son parte del ADN de la cultura guatemalteca, gente que tiene impregnado su slogan y se ha convertido en su forma de vida haciéndose parte de todos los guatemaltecos” aseguró la visionaria mujer.

“Es un recorrido por los presidentes del país, entonces cuando vez de cada personaje sus casas, sus preseas, sus trofeos, sus diplomas, sus fotografías familiares que son tan importantes por la unión familiar, vez los valores y a mí me impresionó mucho que lo ves tan arraigado en Quetzaltenango; lo mismo nos pasó en los barrios de Guatemala. La gente es buena, son poquitos los malos” ratificó.

Ilusión, talento, disciplina y una serie de necesidades que encajan en el proyecto que hoy, es el único en el país que muestra el lado bueno; que destaca las virtudes de quienes convivimos en una misma tierra de dioses.

Preproducción, ejecución y postproducción que toman horas y días llenos de satisfacción, de asombro sobreabundante y testimonios que llenan y refrescan las líneas que hoy leemos mientras que en canales locales se preparan para abrir un nuevo libro acerca de nosotros mismos.

“Entre cuento y cuento”

La próxima presentación del proyecto será un espejo para las personas de Xela  que reconocerán en la pantalla grande a quienes se han hecho parte de su contexto. En los próximos días, la expectación crecerá y la historia se hará vida. Un camino ya trazado en donde nietos conocerán a sus ancestros, reconocerán su origen y revivirá el corazón de sus familias.

“Entre cuento y cuento nos vamos conociendo” Entre cuento y cuento nos permitimos aprender sobre nuestro propio país, nuestras propias costumbres, nuestra propia cultura, sobre nosotros mismos. Entre cuento y cuento Cine de Calle se ocupa de regalarnos un poco de madurez emocional para reconocer en la pantalla lo que nos hace parte de un grupo. Barrios, calles, ciudades que acarrean más historias que libro de cuentos; un cielo lleno de estrellas que representan la vida de los personajes que forman parte de esos cuentos, de las historias que constituyen un elemento básico del material social, artístico y cultural que Adela y María José nos comparten.

Por obra y gracia divina, Cine de Calle es un proyecto que cada día crece con un futuro y un sueño prometedor. Con las facilidades que los astros les dan Adela comentó que es un trabajo con el cual desea continuar hasta que su cuerpo terrenal se lo permita.

Por su parte María José Aceña de Díaz asegura que Cine de Calle ha sido un proyecto especial. Con voz ronca y puntual, la joven seguía trabajando junto al editor del material, seleccionaba algunas imágenes y buscaba el hilo conductor del programa.

Mostrar cosas reales, gente real e historias que pocos conocen hace de este proyecto un trabajo que va más allá de las expectativas. Que busca más que publicitar a Guatemala, convertirla en la cuna de quienes aún suspiramos con un mejor mañana.  Agencias de publicidad, anuncios de televisión, fotografías paisajistas no son suficientes para que escuchar testimonios se convierta en la llave de muchas cerraduras. Un reto para los mismos guatemaltecos.

¿Qué promueve Cine de Calle?

“Uno no respetar lo que no conoce y uno no ama lo que no respeta entonces empieza el conocimiento, el respeto, el amor y por ende el cuidado y de eso se trata todo esto” aclara María José.

Al fondo se escuchó una serie de bombas y segundos más tarde sale Adela del cuarto de edición con la piel enchinada. “Perdón que interrumpa pero ganó Gaby  el Grammy” dijo con la voz quebrantada de la emoción y las manos que celebraban el momento.

“Es lo que hablábamos” continuó Aceña con una sonrisa en el rostro, “nosotros estamos transculturados y este programa sirve muchísimo a apreciarnos” concluyó. “Que rico es ver cómo la gente disfruta ver que ellos mismos dan un mensaje especial sobre el lugar en donde viven. Es lo que más disfruto de todo esto, la premiere que damos en cada espacio aunque también es la que más nerviosa me pone” comparte entre risas.

“Creo que lo que más me ha marcado es que todavía hay valores muy profundos, que nuestra gente es linda, es buena, no es mal intencionada, que todavía existe la confianza en el vecino, en el ser humano. Los que estamos transculturados y viviendo con miedo y todo –aunque no niego que si existe violencia- somos los capitalinos y ni siquiera todos; hemos perdido el calor humano y una de las cosas que más me ha gustado es haberlo reencontrado y es real” agregó María José.

Una esencia, una visión, una misma meta. Un equipo comprometido con un futuro que conozca el ayer y no repita la historia. Una historia que se cuenta desde la voz de los protagonistas. Un arte que se proyecta a lo grande, que comienza como una cinta en una esquina de la calle para terminar en la pantalla de los televisores.

¡Amor a la patria, amor a Guatemala, amor a nuestra cultura!

Fuente: Esquisses.net

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